Universidad de la República del Uruguay
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  • Ollas populares ¿mantener la vida o mitigar el hambre?

    El pasado miércoles 1° de julio se desarrolló el Conversatorio “Ollas populares en Uruguay” organizado por el Grupo de Acción Universitaria para la Emergencia Social y Sanitaria Salto junto al Departamento de Ciencias Sociales, Cenur Litoral Norte, Udelar.

    Esta instancia propició el intercambio de experiencias, así como también una profunda reflexión sobre el fenómeno de ollas.

    Entre los expositores participó Diego Castro, de la Unidad Sector Productivo y Organizaciones Sociales del Servicio Central de Extensión y Actividades en el Medio (Udelar). Él por su parte, hizo hincapié en ser conscientes del poder de la respuesta popular, puntualmente de ollas populares y merenderos que según mencionaba “podríamos hablar en torno a seiscientas en todo el país”, lo que da cuenta de la importancia del fenómeno. Debemos pensar en la valoración en su justa medida de estas acciones que tienden a ser subestimadas.

    Respecto a la pregunta ¿De dónde salió esta reacción popular que parece totalmente espontánea? Castro señala que “no es espontánea, porque se conecta con una memoria larga en los sectores populares, que tiene que ver con cómo responder ante los momentos de crisis. Este fenómeno no nace de un gajo, sino de tramas que existen y que están funcionando antes del COVID” vinculadas a las respuestas que emergen por ejemplo en la crisis económica de 2002, o el rol de la Olla en las denominadas ocupaciones en los lugares de trabajo.
    Castro propone ver las ollas como forma de organización que permite “poner la vida en el centro”. Esta es la intencionalidad que persiste cuando cambian las dinámicas de trabajo y empleo, como un momento excepcional, donde la solidaridad, el asistencialismo y la caridad se pueden ordenar.

    Por otro lado advierte que “las ollas en esta época, traen dinámicas que no son tan favorables como la conformación de ciertas entidades que cumplen un rol muy importante en la distribución de alimentos, la dependencia de las ollas de esta red, como por ejemplo CanastasUy, donde además se conforman alianzas de reestructuración de cierta derecha social. No solo el mantenimiento del hambre y la pobreza es negocio para algunos, sino también la gestión, esto puede ser utilizado no a beneficio de quienes están padeciendo esa necesidad. Este tipo de dinámicas también tenemos que estudiarla porque no debemos tener una mirada ingenua sobre los actores.”

    Esta perspectiva se complementó con la de Alejandra Girona del Observatorio del Derecho a la Alimentación (Fac. de Derecho y Fac. de Nutrición, Udelar) quien interpretó el fenómeno de ollas populares como una forma de “mitigar el hambre”, colocando el derecho a la alimentación como derecho fundamental.

    Girona revela que “se puede comprender la injusticia en la realización de este derecho fundamental y en la persistencia inmoral del hambre, en un momento de producción agrícola suficiente para llevar alimentos a la mesa de todos los uruguayos. El Uruguay, a pesar de ser un importante productor de alimentos, hasta hoy no ha logrado establecer una política pública que permita satisfacer plenamente este derecho de forma digna” dijo.

    Profundizando en el análisis ella señala “lo que ha fallado es el modelo Agroindustrial, lo que hacemos es producir para maximizar el beneficio de algunos. No producimos para alimentar a la gente, y entonces lo que está pasado es que quien no tiene dinero, no tiene para comprar los alimentos”

    Al finalizar su ponencia, tocó una cuestión neurálgica “¿Es posible poner fin al hambre y a la desnutrición? Creo que exige de todos nosotros una acción a gran escala para hacer frente a estas desigualdades que están presentes con o sin COVID. Tenemos que poder abordar mejor las desigualdades y mejorar la seguridad alimentaria y nutricional; y transformar radicalmente los Sistemas Alimentarios en los cuales está puesto hoy el Uruguay.”

    “Comer basura es padecer hambre, comer una vez al día es padecer hambre, tener que humillarse para recibir una canasta de alimentos es padecer hambre, permutar dignidad por comida es padecer hambre, tener miedo de padecer hambre es estar prisionero del hambre” concluyó Girona.

    Puedes acceder al registro completo de este Conversatorio disponible en nuestra página web: www.unorte.edu.uy/coronavirus/gaus/conversatorio

    El último Conversatorio de este primer ciclo se realizará el próximo miércoles 15 de julio a las 18 horas: “El mundo post COVID-19 ¿nos exige nuevos modelos de desarrollo?”.