Universidad de la República del Uruguay
Centro Universitario Región Litoral Norte
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  • Puente sobre aguas turbulentas

    En los últimos tiempos el discurso público y las posibilidades económicas del país ante los múltiples planteos de diversos sectores sociales se ha poblado de términos náuticos y aeronáuticos. Es así que nos hemos acostumbrado a oír que se terminó el viento de cola, que ahora el viento está de frente o que debemos navegar en aguas turbulentas. Capaz que la solución no es navegar sino construir un puente que nos permita salvar esas aguas turbulentas hacia el futuro con menos sacudidas. El país ha vivido una época de bonanza con crecimientos muy superiores a la tasa histórica y todos parecen coincidir que la bonanza se terminó. La mayoría de los especialistas que he escuchado manifiestan esto y que el crecimiento esperable estaría entre el 2 y 3 % acumulativo anual. También todos (incluido el Ministro de Economía) dicen que no hay crisis. Esa es la noticia!!! NO HAY CRISIS!!!. Para mi generación, que ya ha cruzado el límite entre ser adultos para ser sexagenarios, esa es la mayor noticia. Nosotros que desde nuestra más tierna infancia escuchábamos que el país estaba en crisis, que llegamos a la crucifixión del 2002 y vivimos cierta holgura en los últimos y no tantos años, valoramos que lo más trascendente es no tener crisis y no que la bonanza no es infinita. Manejemos con alguna dosis de optimismo que el crecimiento puede llegar al 3% acumulativo anual. Ese ha sido aproximadamente el crecimiento histórico del sistema capitalista. Volviendo a la náutica esa es la velocidad de crucero por lo que sería una situación normal con dificultades como hay siempre. Entonces este es el momento en que los pingos se ven en la cancha. Es cuando hay que priorizar y asignar recursos no desde una realidad excepcionalmente favorable sino desde una situación normal con restricciones y al ver a que se asignan los recursos se ve que se considera importante y que no.

    Estamos convencidos de que la inversión en educación y en los que nos toca,en la Universidad de la República, es parte de ese puente que nos permitirá atravesar aguas turbulentas en el futuro inmediato y mediato. Creo que todos podemos coincidir en que nuestro país no puede competir por tener mano de obra barata. Ni podemos ni queremos. Entonces nuestro camino es el de la calidad, de la incorporación de conocimientos en nuestros sistemas productivos de bienes y servicios, el de la innovación que son los argumentos con los que se compite en el mundo de hoy. Y para lograrlo debemos lograr la calificación de nuestros jóvenes. Entre muchos motivos porque todos podemos adquirir y generar conocimientos pero los jóvenes son quienes más pueden hacerlo. Porque son en el Uruguay un recurso escaso y tendencialmente más escaso. Hasta por las futuras jubilaciones. Porque la productividad va a depender de la calificación, capacidad de innovación de esos jóvenes. Porque la juventud tiene fecha de vencimiento y los jóvenes de hoy no pueden esperar a que haya otro ciclo de abundancia. Porque los niños de hoy que serán los jóvenes del futuro, también dependen de lo que logren los jóvenes de hoy. Me podrán decir que lo que estoy defendiendo es por el lugar en el que estoy y es cierto. También es cierto que estoy acá por esas convicciones porque pude estar en otro lado.

    La futura asignación presupuestal a la educación y a la Universidad dejará en claro en que nivel de prioridad se consideran. Dentro de eso también entra la valoración de los recursos que se destinen a la continuidad del proceso de construcción de universidad en el interior, donde la UDELAR ha sido por lejos el principal protagonista. Porque esperamos que no haya un movimiento pendular que sostenga que como tuvo mucho ahora les toca a otros. Porque ¿qué es mucho o poco? Porque ¿cuál es la línea de base de comparación? ¿ Es el 2010? ¿Por qué no es 1910? Porque todos sabemos que la Universidad se financia con fondos públicos que provienen de la población de todo el país pero que estuvo concentrada en Montevideo por décadas y décadas. No planteamos esto en desmedro de nadie, sino en la necesidad de atender todos los desarrollos y que procesos importantes como el impulso de los últimos años no se frustren. La participación del interior en el presupuesto universitario en el último período, ese extremadamente favorable, fue de 6%. Los números hacen ociosas las palabras.

    Es frecuente oír en los discursos públicos que la educación no se arregla solo con plata, lo que es compartible. A NOSOTROS QUE NOS REVISEN. La Universidad en el Litoral Norte ha tenido un impulso mayor en los últimos años, porque a la trayectoria que ya tenía en Salto y Paysandú, lograda en épocas de pobreza, se le agregaron recursos humanos altamente calificados, con maestrías, doctorados y posdoctorados, se completaron carreras en la región, se implementaron carreras que son únicas en el país, se produce conocimiento y se publica en las revistas del mundo científico, se instalaron y equiparon laboratorios de investigación. se incrementó la matrícula con una fuerte impronta de inclusión social, lo que ya hoy nos presenta dificultades en la cantidad de aulas, se han hecho consultorías para grandes proyectos de infraestructura. Eso se ha podido hacer con recursos, ideas y acción. Pedimos por lo que estamos haciendo, porque lo estamos haciendo bien, por lo que queremos hacer, porque queremos hacer más y mejor y porque consideramos que tenemos credenciales para hacerlo.

    Ing. Agr. Pancracio Cánepa