Universidad de la República del Uruguay
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  • Estudiantes de Trabajo Social de Udelar Salto elaboraron la Guía de Recursos Discapacidad

    Adriana Miraballes, Loanna Cresseri y Nancy Torres son estudiantes de la Licenciatura en Trabajo Social, en la sede Salto del Cenur Litoral Norte de la Universidad de la República, quienes fueron las encargadas de realizar la Guía de Recursos vinculadas a la Discapacidad para el departamento de Salto.

    Esta Guía se encuentra alojada en la web institucional de la sede universitaria y se puede acceder a través del enlace: www.unorte.edu.uy/guia_discapacidad_2017

    La Guía de Recursos Discapacidad aporta valiosa información y está disponible para toda la población, sobre los recursos existentes en Salto en cuanto a la temática.
    Compartimos el prólogo de este trabajo, a cargo de los docentes Ana Paula Gómez y Cristian Pinato:

    “Elaborar una guía de recursos da cuenta del esfuerzo realizado tanto por las personas que trabajaron minuciosamente en la obtención de todos los datos requeridos para la misma, como de las posibilidades que se tiene para el acceso a los derechos de una población concreta en un territorio determinado.
    Para este caso puntual hablamos de una guía de recursos para personas que se encuentran en situación de discapacidad (PsD).

    Ahora bien, ¿por qué pensar en la necesidad de una guía de recursos para esta población? Históricamente las personas que se encuentran en situación de discapacidad han visto vulnerados sus derechos tanto por la inexistencia de políticas públicas que contemplen la realidad concreta de esta población, así como también por la inaccesibilidad de las políticas públicas existentes.
    Surgen aquí dos conceptos claves a la hora de entender la situación de esta población: lo que entendemos por discapacidad y lo que entendemos por accesibilidad- in-accesibilidad.

    Al pensar la discapacidad como categoría resulta pertinente su de-construcción para su posterior problematización. Este concepto ha estado fuertemente ligado a un pensamiento biologicista directamente relacionado a la idea de normalidad, es así que la normalidad biológica tendría su correlato con la normalidad a nivel social. De acuerdo a esta postura, lo que entendemos por sujeto normal es un sujeto que se encuentra dentro de los parámetros pre establecidos socialmente como normales. Se habla entonces de una persona “completa”, “entera”, “saludable”, entre otras conjeturas. En esta misma línea el concepto de discapacidad ha estado fuertemente asociado a la idea de déficit, esto es, la falta o la carencia de algo. Es esta “carencia” lo que produciría determinadas formas de ser y estar en el mundo que no se encuentran dentro de dichos parámetros preestablecidos.

    Por el contrario, si pensamos a la discapacidad desde un modelo social se puede entender que las diferentes formas de ser y estar en el mundo son tan válidas como las que se han considerado siempre como únicas y verdaderas, y por consiguiente se necesitan de mayores políticas de reconocimiento de los derechos de esta población; derechos que en lo discursivo tienden a hacerse presente pero que poca concreción tiene en las condiciones reales de existencia.

    Es así que si pensamos en políticas de educación no nos damos cuenta de la necesidad de accesibilidad (y aquí viene el segundo concepto que interesa trabajar) de los centros educativos a personas usuarias de silla de ruedas, o la necesidad de adaptar el dictado de las clases a personas sordas cuya forma de comunicación es a través de la Lengua de Señas. El mismo ejemplo podría pensarse para políticas de salud, de trabajo, entre otras, entendiendo que los espacios inclusivos no son aquellos que solamente permiten a la persona “llegar” a través de rampas, Lengua de Señas, programas informáticos para personas ciegas, sino que una vez que la persona llega también reordenan su propuesta de forma de posibilitar un real acceso, teniendo en cuenta las características de cada sujeto visto como sujeto único.

    Puede establecerse que históricamente las políticas no han sido inclusivas sino por el contrario han sido sumamente clasificatorias y excluyentes en función de la capacidad- no capacidad de la persona. Resulta interesante reflexionar acerca de si esa “no capacidad” es real o da cuenta de la posibilidad de hacer las cosas o relacionarse con el entorno de forma diferente a lo que está establecido como comportamiento único.

    Basándose en alguna de estas ideas es que la guía que se presenta a continuación resulta una invitación a reflexionar sobre el lugar que se está dando a cada persona en la sociedad, y más específicamente a las políticas que se han logrado como país y a los derechos que se han conquistado como asociaciones y colectivos que luchan por los derechos de las personas en situación de discapacidad.